Hoy desde Andalhuerto volvemos a contar con la colaboración de Rocío de Cáceres, una profesional andaluza convencida de que trabajar y visitar los huertos sociales enriquece la vida de las personas implicadas, y de paso, mejora el entorno en el que están ubicados. Está recién llegada de un viaje a Roma en el que ha visitado una zona de huertos, y gracias a su generosidad, nos contará a continuación lo que ha aprendido, porque en los huertos sociales la transferencia de experiencias también es una práctica necesaria.
Andalhuerto: Rocío, antes de compartir tu última experiencia en Roma, cuéntanos cómo llegaste a los huertos sociales.
Rocío de Cáceres: mi recorrido en el mundo de los Huertos Urbanos empezó en el 2017, cuando entré a formar parte del equipo del Programa de Huertos Urbanos de Sevilla. Empezando de cero tuve que aprender todo sobre la marcha. Estuve trabajando en él hasta el 2018, me enamoré completamente de los Huertos y de la didáctica que implica dinamizarlos. Al final estás enseñando también, fue como un máster para mí y el hallazgo de una vocación.
A partir de ahí decidí hacer el curso de Agricultura Ecológica en la Finca Los Seises (Sanlúcar la Mayor, Sevilla), con Renato Álvarez Marín como formador, que después ha sido jefe en diversas experiencias laborales que él ha dirigido, y siempre será referente y maestro. A partir de ahí fui enlazando pequeñas incursiones laborales, normalmente de poca duración. Cuesta tener estabilidad laboral en este ámbito, pero aún así no he tirado la toalla, he trabajado en muchos Huertos Escolares de distintos programas, y también Huertos Urbanos de Proyectos Sociales, ONG, ayuntamientos, con todo tipo de personas y colectivos en situación de vulnerabilidad, y en algún Huerto privado. He colaborado también en los Huertos Demostrativos de Andalhuerto (Dos Hermanas, Sevilla).
También he hecho colaboraciones a propuestas de Raúl Puente Asuero de la UPO, un gran investigador y defensor de los Huertos Urbanos, siendo él el que me propuso participar en la formación de la beca de Roma. Y es por eso por lo que me desplacé allí y que hoy me trae de nuevo a Andalhuerto.
Andalhuerto: interesante recorrido vital y laboral. Cuéntanos sobre tu visita al proyecto de huertos urbanos de Roma.
Rocío de Cáceres: mi visita forma parte del programa “Gardeniser”. Pertenece a una beca de movilidad de la Unión Europea específica para formación de Huertos Urbanos, accesible para cualquier persona que tenga una fuerte vinculación demostrable con estos espacios. Los países organizadores han sido Suiza, Francia, Italia y España. En mi caso concreto a Roma viajamos dos personas desde Sevilla, donde coincidimos con dos compañeras de Suiza, y siete colombianxs, ya que la entidad receptora de Italia “Replay Network” tiene un amplio proyecto que está llevando a cabo en Barranquilla, Colombia de manera permanente.
Allí observé algunas prácticas interesantes y muy ecológicas y otras que no tanto. Hay que tener en cuenta la orografía de Roma y su abundante vegetación, eso los convierte en espacios naturales majestuosamente verdes. Visitamos 11 parcelas distintas muy diversas en funcionamiento, forma de cultivar, gestión…
Un Huerto que me llamó la atención especialmente fue el del Parque Urbano Aguzzano, pequeñito, situado en una ladera, donde Bárbara practica la agricultura sintrópica, que es una forma de cultivar que imita a la naturaleza, con una mínima intervención humana, recordando los principios por los que se rige el proyecto Andalhuerto.
Además de los Huertos, visitamos la Delegación Municipal de Medio Ambiente, donde nos recibió Sabrina Alfonsi, su delegada, y la sede de la FAO. Gracias a esta visita se ha generado una red que facilita que a día de hoy estemos en contacto.
Comparto la información subida en las siguientes web sobre los avances que se producen en torno a los huertos urbanos: el concepto de Gardeniser, el mapa donde se agrupan productores de huertos en torno al Wikifarmer, entre otros.
Como podemos comprobar, los huertos urbanos siguen creciendo a nivel internacional como herramienta de cambio para diseñar entornos más naturales, sensibilizando a su vez a la población sobre la producción sostenible de alimentos.