Continuamos con la segunda mesa.

Mesa 2 ¿Cómo favorece el trabajo en Red al uso de los huertos didácticos?

Renato Álvarez Marín, da paso a esta segunda mesa, presentando a las personas ponentes.

A través de los niños, del alumnado, se cambian los hábitos
de los padres y las madres”.
Renato Álvarez Marín

Comienza la mesa con la ponencia de Helda Morales “Tejiendo redes para el avance de la agroecología, la soberanía alimentaria y la educación crítica desde las escuelas” y la experiencia de la Red Internacional de Huertos Educativos nacida en Chiapas, México y con presencia en EEUU, Puerto Rico, Colombia, Brasil, Chile, etc.

Surge como consecuencia de la soledad que sentían personas de muchos lugares que manejaban huertos. A través de esta red se comparten conocimientos en agroecología, imparte talleres bianuales, organiza visitas a otros huertos, combina ciencia y arte a través de los huertos, intercambia semillas, etc, con la premisa de que “siempre tienen algo que aprender y algo que enseñar”. En estos encuentros se consumen alimentos procedentes de la agroecología para enseñar con el ejemplo. Un aspecto fundamental es su nivel de organización: el corazón de la red es el trabajo en Comisiones. La Red cuenta con la Comisión de Educación, la de Difusión, de Ciencias, etc., todas ellas coordinadas por la Comisión Articuladora que vela porque los objetivos de la red se cumplan. Trabajar en red con otros países sirve para activar las distintas redes en los distintos países, a compartir muchas experiencias que surgen cuando se organizan los encuentros bianuales. Gracias a esta red se han podido organizar los Conversatorios” virtuales (en época de COVID 19) con una participación de orden internacional, y en los que se ha puesto de manifiesto que “los huertos enseñan ciencia, pero también generan ciencia”, se cosechan hortalizas e hipótesis científicas.


Este proyecto es el testimonio de cómo los huertos impactan en el alumnado y en el profesorado.

“La importancia de dar ejemplo comiendo alimentos agroecológicos
en los encuentros, y no quedarnos en discursos vacíos”
. Helda Morales

En la siguiente ponencia, “Ecohuertos compartiendo en Red” a cargo de Rosa María Sánchez Pérez, se expone la experiencia a nivel regional impulsada por la Junta de Andalucía, por un lado a través del Programa de Educación Ambiental ALDEA, y dentro de ella la Modalidad “Proyecto de Educación Integral Ecoescuelas”, y la Modalidad “El Ecohuerto como recurso educativo”, y por otro a través del programa “Hábitos de Vida Saludable” para la Promoción de la Salud, que apoya con un kit de materiales a los centros que cuenten con un huerto. En el curso 2020-2021, 809 centros andaluces cuentan con un Ecohuerto, y 1263 están adscritos al programa de Hábitos de Vida Saludable. Esto supone que en Andalucía más de 600.000 alumnos y alumnas y más de 57.000 profesores actualmente están en contacto con un ecohuerto como recurso didáctico. Teniendo todo ello en cuenta, más de 2000 centros en Andalucía cuentan con un huerto en su centro, suponiendo la mitad de los existentes a nivel estatal.

Ecohuertos: cambio climático, desarrollo sostenible, alimentación
saludable, educación ecosocial

Desde 2013 la Consejería de Educación está apoyando a los centros con huertos como recurso educativo con acompañamiento, asesoramiento y formación. Desde ese momento los huertos ecológicos de los centros educativos pasaron a llamarse Ecohuertos. A través de estos huertos se trabaja la Educación Ecosocial, el Cambio Climático, la Alimentación Saludable y el Desarrollo Sostenible. Gracias a la integración curricular de los Ecohuertos se desarrollan capacidades, conocimientos y actitudes, aprendiendo de otra forma. “Queremos que el alumnado construya su conocimiento y que no se olvide”. El trabajo en red comienza en el propio centro educativo y se extiende fuera del mismo al querer conocer otras experiencias de otros centros. De esa manera se crea una comunidad educativa conectada en red. Todo ello apoyado por iniciativas como la Plataforma Colabor@ que conecta a todos los centros educativos, o este año la Plataforma Moodle a través de la cual se organizan foros de comunicación regional y provincial, equipos de coordinación, zonas de consulta y de conferencias, formación virtual sobre los ecohuertos, etc.

“El ecohuerto escolar es un gran recurso educativo que posibilita la integración curricular con aprendizajes compartidos que promueven valores de respeto hacia las personas y el entorno.” Rosa Mª Sánchez Pérez

Tras esta intervención, Francisco Romero Bejarano expone la experiencia de la “Red de ecohuertos educativos de Cádiz: sus 37 participantes y los 5 rincones de ensueño”, puesta en marcha en 2015, una iniciativa que parte de los ecohuertos impulsados por la Junta de Andalucía y cuyo germen fue la creación de una red de WhatsApp con 6 integrantes para intercambiar semillas. Se trata de una iniciativa común que ha ido creciendo año tras año llegando incluso a albergar hoy en día a centros educativos de Huelva (posible ampliación a centros de Granada, Sevilla, etc.) y otros tipos de entidades como parques naturales y metropolitanos, asociaciones de investigación, entre otros.

La red comienza a organizar encuentros, lo que le permite detectar necesidades comunes sobre la falta de disponibilidad de semillas de los centros, de terreno y herramientas, de conocimientos para comenzar a montar un huerto, etc. La red creó un banco de semillas pequeño y un banco de plantas discreto. El funcionamiento de la red se basa en la organización de encuentros y reuniones organizadas por la red y seguir sumando sinergias e iniciativas. Esos encuentros se organizan en estos “5 rincones con encanto”, unas instalaciones ubicadas en distintos lugares emblemáticos de Cádiz como Jerez, los Toruños o las Salinas Romanas de Iptuci (entre Grazalema y los Alcornocales).

La red propicia la puesta en común del manejo de los huertos según cada realidad, favoreciendo gracias a esta puesta en común la resolución de los posibles problemas que puedan surgir en cada lugar; la recuperación de especies protegidas y de cultivos en peligro de extinción a través de la recuperación de semillas autóctonas para posteriormente instalarlas en el huerto, especies adaptadas al terreno y al clima (ecosostenibles). La red además promueve el intercambio de semillas y plantas. El alumnado también participa en la plantación y posterior extracción de estas semillas, algo que le provoca mucha satisfacción. El siguiente paso de la red será la creación de blog para intercambiar ideas, generar colaboraciones, etc.

“Nuestro huerto es por y para el alumnado, para educar, para el profesorado, colectivos sociales, etc. No para producir y tener el huerto más bonito” . Francisco Romero Bejarano

Como última experiencia, Andrea Estrella Torres expone “Redes de huertos escolares ecológicos y universidad: establecer sinergias para alcanzar los ODS”. Su reflexión parte desde la experiencia acumulada como socia de Germinando, cooperativa de iniciativa social-agroecológica formada por mujeres que trabajan en torno a la agroecología en diferentes áreas donde coordina el área de Huertos Educativos y Desarrollo Comunitario, y como participante de la Red de Universidades Cultivadas (RUC). Desde Germinando colabora en diferentes redes de huertos escolares de la Comunidad de Madrid, trabajando para expandir la agroecología escolar.


Comenzó compartiendo la experiencia de la Red de Universidades Cultivadas, que surge como iniciativa por parte de algunas universidades para responder a la necesidades de formar a futuros/as maestros y demostrar los beneficios de introducir los huertos ecológicos como actividad curricular y extracurricular en todos los niveles educativos.

Las redes de huertos escolares y la agenda 2030

En este contexto, desde la RUC se han organizado diferentes encuentros de huertos Ecodidácticos, entre ellos el I Encuentro Estatal de Huertos Escolares (Memoria). Para organizar este encuentro, se inició un primer mapeo estatal que permitió obtener algunos datos sobre el “fenómeno” de los huertos escolares y las Redes de huertos escolares. Se estimó que en España existían en 2018 unos 3.000 proyectos de huerto escolar, con un alcance potencial de aproximadamente 1.000.000 de alumnos/as, alcance extensible a los equipos docentes y las familias. A partir de la experiencia acumulada, una de las conclusiones alcanzadas es que es necesario crear redes de huertos escolares más amplias que permitan fortalecer y expandir procesos innovadores y exitosos que están ocurriendo en torno a los huertos escolares. En este sentido, las universidades pueden apoyar el éxito de estas redes e iniciativas desde la formación al profesorado, la investigación y la acción, por ejemplo a través del aprendizaje y servicio (APS). Todo ello contribuirá de forma general a la consecución de los ODS 4 y 13, pero también a todos los demás ODS a través del trabajo especifico en cada huerto.

“El intercambio de experiencias y saberes es fundamental para seguir
creciendo y mejorando”.
Andrea Estrella Torre

Chat:

  • ¿Cómo integrar el huerto educativo en el “plan educativo de centro”? Hay que implicar a cuanto más profesorado mejor (interdisciplinar), y a la vez ir integrando el huerto en el curriculum. Es importante no limitarse a hacer acciones puntuales porque no sirven si no forman parte de un proyecto integral. Y a partir de ahí, ir haciendo actividades con el alumnado para ir involucrándolo.
  • ¿Cuáles son las 3 claves para que el huerto continúe en el centro y no se quede en la experiencia de un año? La diversidad en la participación en el huerto y que no dependa sólo de una persona, ya que el huerto debe ser de la comunidad; la coordinación del equipo y las actuaciones; no diseñar los huertos sólo pensando en el rendimiento en la producción de frutos, un planteamiento que resulta cortoplacista, ya que el huerto es una fuente de aprendizaje, de experimentos, de ensayos y de reflexión. Incluir al alumnado y que se sienta protagonista, implicando a su vez a las familias y al profesorado. Se propone también la figura de la persona asesora-dinamizadora externa, hay muchos proyectos, asociaciones, cooperativas que la incluyen. Sirve de mucha ayuda al profesorado.
  • Se propone desde el chat que se realicen jornadas totalmente prácticas, que sean directas en huertos y jardines. Usar centros de visitas y de interpretación de los parques naturales, así como jardines botánicos.
  • Fomentar las “aulas abiertas” al aire libre a través de huertos, ya que a través de ellos se aprenden y viven valores también en contacto con la naturaleza.
  • Surge la propuesta de contar con asignatura transversal sobre huertos y agroecología.
  • El huerto nunca debe acabar en el centro, sino que lo puedes llevar a casa en una maceta por ejemplo (la maceta viajera). Esa es una rama de nuestra planta. Se debe complementar con el trabajo con colectivos sociales, los entornos y parajes, implicando a las instituciones y poniéndolas en contacto.
  • Se recogen muchas reflexiones sobre la sobrecarga que supone el trabajo del huerto cuando hay pocas personas implicadas, y el poco reconocimiento a ese trabajo.
  • Hay que ponerse en el lugar del alumnado y pensar cómo querría aprender para crear nuevas metodologías.

Como podemos comprobar distintas experiencias coinciden por ejemplo en prácticas encaminadas a mitigar el cambio climático, en algunas necesidades como recibir formación para el profesorado y el alumnado en relación al manejo de huertos y el cambio climático, y en la enorme importancia de contar con una red de personas y experiencias que potencie y aumente este tipo de acciones, involucrando a más actores fuera de las aulas.


Por último, queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las personas que han participado en las mesas de manera desinteresada y a aquellas otras que han hecho posible la organización de estos Encuentros, ya que supondrán el siguiente paso para continuar con esta iniciativa transformadora: los huertos educativos manejados con técnicas ecológicas que pueden cambiar el mundo.