Por diseño se entiende la disposición de todos los elementos que constituyen el sistema huerto, como suelo, plantas o estructuras. La utilización de esos componentes productivos, materiales y humanos a lo largo del tiempo constituye el manejo que podamos hacer del huerto.


Se pueden realizar diversos diseños de huertos. El abanico de posibilidades es muy variado y en función del sitio de que se disponga para su ubicación se puede elegir entre los diferentes tipos, optando por el que mejor se adapte a cada circunstancia.

La ubicación del huerto necesita una serie de requisitos que permita cultivarlo con éxito y para ello debe contar con las siguientes características:

  • Luz
    Es indispensable que el huerto esté a plena luz y orientado al Sur siempre que sea posible. Se deben evitar sombreados, no se debe disponer el huerto debajo de árboles.
  • Agua
    El huerto necesita agua. La mayoría será aportada por las lluvias, pero en épocas de escasez, cuando se vaya acercando el verano, tendremos que regar. Pero, ¿y si se buscan semillas de plantas que se adapten a las lluvias?, ¿y si se buscan formas de conservar la humedad del suelo? Existen opciones para acudir menos al grifo.
  • Protección contra el viento
    Se deben de proteger las plantas del viento. Si no es posible, será necesario realizar cortavientos (setos naturales o artificiales).
  • Terreno llano
    El huerto ha de estar situado sobre un terreno sin pendiente, si es necesario se harán terrazas.
  • Nutrientes
    La tierra y la vida que esta alberga son la base del huerto. Para ello hay que tratar de crear y mantener un suelo fértil y de buena estructura que permita tener un huerto saludable y equilibrado.

El huerto puede ubicarse dentro de un recinto de las instalaciones disponible o en terrenos urbanos cercanos. Pero otra posibilidad es construirlo en un terreno rural más alejado. Cada una de estas opciones tiene sus ventajas.