Como sabemos, uno de los recursos naturales más preciados y de los más escasos es el agua. Por ello, en el diseño del huerto debemos tener en cuenta técnicas que ayuden a ahorrar y a almacenar agua en el suelo. Llegado el momento del riego, podremos aplicar agua con distintos métodos, debiendo elegir el que sea lo más eficiente posible, se adapte a nuestro espacio y a la disponibilidad de elementos de riego. Se puede regar manualmente con regadera y manguera, o mediante riego superficial (por surcos, a manta, etc). Estos sistemas suelen tener más pérdidas (menos eficientes) que aquellos a los que llamamos localizados (por goteo o cinta exudante)