Al comenzar a crear un huerto ecológico posiblemente sea necesario adquirir las semillas que se vayan a utilizar. Es muy importante que estas semillas sean de buena calidad y que estén en buen estado. No debemos olvidar que una mala semilla puede ser responsable del éxito o fracaso de nuestro huerto, aunque la mayoría de las veces pensemos que esto se debe a la incidencia de alguna plaga o enfermedad, a una falta o exceso de riego o a la deficiencia de nutrientes.
Es muy común que al iniciar nuestra actividad en el huerto, una de las primeras cuestiones que se nos plantea sea ¿Dónde conseguir semillas? Para garantizar el éxito de nuestro huerto debemos adquirir semillas de variedades locales, ya que se adaptarán mejor a las condiciones climáticas y del suelo de la zona, contribuyendo además a conservar y mantener la biodiversidad.
A la hora de obtener las semillas debemos evitar comprar sobres comerciales, ya que generalmente están tratadas con productos químicos que les proporcionan un color muy llamativo (rosa, gris, azul brillante…). Además, salvo que esté indicado en el sobre, suelen ser semillas híbridas, que dan lugar a plantas vigorosas pero sus semillas no tienen las mismas cualidades.
Las semillas obtenidas de verduras del mercado tampoco son recomendables, ya que suelen ser semillas híbridas o semillas que no han madurado suficientemente.
Lo más recomendable para iniciar el huerto es comprar semillas ecológicas (El mundo de las semillas (I): Una aproximación a las Semillas ecológicas y variedades locales) que además no sean híbridas, con la garantía de no estar tratadas con productos químicos y sin modificar genéticamente, o bien, adquirirlas o intercambiarlas con personas de la zona, dedicadas a la horticultura o la agricultura, lo que garantiza unas semillas de variedades locales (El mundo de las semillas (II): Variedades locales versus semillas híbridas).