La distribución del agua a las distintas parcelas de los huertos sociales de autoconsumo es un aspecto muy importante que requiere tener en cuenta ciertas consideraciones previas.
El cabezal de riego es una parte fundamental. Estará formado por el equipo de bombeo y equipo de filtrado. Es recomendable que se encuentre bien protegido del vandalismo y el robo en un habitáculo cerrado. Se han dado casos de huertos sociales de autoconsumo que se han quedado sin agua durante días por algún desagradable incidente de este tipo, comprometiendo la continuidad de los cultivos y generando preocupación entre las personas hortelanas.
Para el filtrado, muy importante en sistemas de riego por goteo, lo habitual es utilizar filtros generales de anillas o malla, pero si la calidad del agua no es lo suficientemente buena, puede ser necesaria la instalación de un filtro de arena, si hay demasiada materia orgánica, arcilla o limo, o un hidrociclón, si lo que hay es un exceso de arena.
El caudal de agua disponible es también un aspecto importante a tener en cuenta, pues si no es suficiente para el riego simultáneo del conjunto de parcelas, puede implicar, o bien hacer un almacenamiento previo en un depósito o balsa para el posterior rebombeo, o establecer distintos sectores de riego que agrupen conjuntos de parcelas y que se rieguen en horarios distintos. Una vez conocido esto, se deberá calcular, entre otros, la potencia y caudal de la bomba de riego.
Para reducir problemas de pérdida de presión y caudal, y no generar agravios a las personas hortelanas más alejadas de la acometida de agua, es recomendable que las líneas de distribución se monten como anillos cerrados, especialmente en huertos sociales de gran superficie y con un elevado número de parcelas.
En cuanto a los diámetros de las tuberías de distribución, es recomendable que sean calculados, junto con el conjunto de la instalación de riego, por profesionales cualificados.