El primer paso para comenzar nuestro huerto ecológico es colocar las semillas en el suelo. Para ello tenemos que prestar atención a la profundidad de siembra. Como norma general, las semillas se entierran aproximadamente a una profundidad de dos veces su tamaño (nunca superior a tres veces el tamaño). Las semillas muy pequeñas se encontrarán prácticamente en superficie mientras que las mayores se mantendrán unos centímetros debajo de la tierra.

Tras la siembra se producirá la germinación de la semilla dando lugar a una nueva planta. La germinación requiere de unas condiciones ambientales favorables de humedad, oxígeno y temperatura. Para asegurar su germinación, algunas semillas se humedecen entre 24 y 48 horas antes de su siembra. Este es el caso de las leguminosas (habas, guisantes, judías…). Otras necesitarán altas temperaturas, como sucede con las berenjenas o los pimientos. En el proceso de germinación, la semilla pasa por diferentes fases. En primer lugar la semilla se hidrata, las células del embrión se agrandan, la cáscara que la recubre se abre y emerge la raíz primero y un brote pequeño del tallo después. A partir de este tallo, poco a poco se desarrollarán los cotiledones y posteriormente las hojas verdaderas.

Para favorecer la germinación y fortalecer a la futura planta desde su inicio, podemos sumergir las semillas en soluciones hechas a base de plantas, como la ortiga y la cola de caballo.

¿Dónde sembramos?

Una vez que tenemos las semillas preparadas para su siembra tenemos que decidir dónde las vamos a sembrar.
La opción más recomendable, siempre que sea posible, es sembrarlas directamente en el mismo lugar del huerto donde se van a desarrollar. Es lo que se conoce como siembra directa o siembra de asiento.

Cuando la siembra directa no es posible o cuando las primeras fases de formación de las pequeñas plantas requieren un cuidado especial, podemos hacer la siembra en semilleros. Los semilleros son zonas especialmente preparadas y acondicionadas para colocar las semillas con la finalidad de producir su germinación con las mejores condiciones y cuidados.
Con este objetivo, el semillero puede ser simplemente un espacio reservado dentro del propio huerto. Sin embargo lo más frecuente es realizarlo a base de recipientes portátiles. Tiene una borde verde inferior en el texto.

Una vez que las plantas alcanzan una determinada altura, o disponen de cuatro o cinco hojas verdaderas, se traspasarán al terreno definitivo en el huerto. Este traspaso de las plantas o trasplante es un proceso estresante para las plantas por lo que debe realizarse con especial cuidado y atención.
Cuando queremos proteger las semillas del frío, se utilizan unas estructuras o semilleros en cama caliente, que mantienen el calor, creando condiciones óptimas para el cultivo de plantas pese a las bajas temperaturas. La temperatura elevada puede alcanzarse por medios artificiales (energía eléctrica) o por medios naturales, lo que implica la colocación de un lecho de estiércol, que irá liberando calor por la descomposición de la materia orgánica. Los semilleros en cama caliente deben cubrirse con un plástico para mantener la temperatura.

¿Cómo sembramos?

Antes de realizar la siembra de nuestras semillas debemos tener el terreno preparado. Para ello retiraremos las piedras y malezas, y pasaremos un rastrillo para romper los terrones y dejar la tierra esponjosa. Si la tierra está muy seca podemos regar para humedecerla. Si por el contrario estuviera demasiado húmeda, debemos esperar a que se seque un poco. También podemos aportar un poco de abono al suelo para mejorar sus características nutritivas.
Una vez que tengamos el suelo a punto para la siembra, tenemos que depositar las semillas sobre el mismo, teniendo en cuenta que no todas las semillas se depositan de la misma forma en la tierra.

Veamos una clasificación de los tipos de siembra según la forma de depositar la semilla en el suelo.

  • Siembra a golpes: es la más utilizada para las semillas de tamaño más grande. Se depositan dos o tres semillas en agujeros realizados en la tierra cada cierta distancia, que posteriormente se tapan. Ejemplos: habas, judías, calabacines, calabazas…
  • Siembra a chorrillo: este sistema de siembra suele utilizarse para las semillas de un tamaño mediano, que se depositan de manera continua a lo largo de un pequeño surco realizado en la tierra y posteriormente se tapa. Ejemplos: cebollas, zanahorias…
  • Siembra a voleo: se utiliza para las semillas de pequeño tamaño. Consiste en esparcir las semillas espolvoreándolas sobre la tierra y posteriormente se añade una fina capa de compost o mantillo encima. Ejemplos: espinacas, rábanos…

¿Cuándo sembramos?

El momento en que realicemos la siembra va a depender de la variedad que vayamos a cultivar en nuestro huerto, de la climatología y de dónde realicemos la siembra, directamente en el huerto o en semilleros. Este último punto es importante, ya que debemos tener en cuenta que aquellas hortalizas que se siembran en semilleros pueden adelantar su cultivo alrededor de dos meses, frente a las que se cultivan a partir de siembra directa, que en muchas ocasiones deben esperar hasta que caigan las primeras lluvias de otoño que dejan el suelo en buenas condiciones de humedad.


En Andalucía, por regla general, se realizan dos periodos de siembra en semillero, uno entre agosto y octubre, para el huerto de invierno, y otro entre enero y marzo, para el huerto de verano. Las fechas de siembra y de trasplante de las plantas del semillero pueden variar considerablemente según las temperaturas de la zona donde se ubique el huerto. Por ello las fechas que se indican a continuación deben considerarse como orientativas.

Veamos algunos cultivos típicos del huerto de invierno y del huerto de verano, y la forma de siembra (directa o en semillero) más habitual.

En algunos cultivos, se recomienda realizar sucesivas siembras escalonadas durante el periodo de siembra con el objetivo de ir obteniendo producciones repartidas en el tiempo. En las zonas más frías de Andalucía se recomienda no trasplantar (fase de plántulas) en el periodo más frío para evitar coincidir con las heladas.
En el siguiente cuadro puedes ver un calendario con las fechas aproximadas de siembra directa y semillero), de trasplante y de cosecha de las diferentes hortalizas.

Calendario para Huertos Escolares

Vamos a trasplantar plantas

Como ya hemos visto, sembramos semillas y plantamos plantas. Generalmente empleamos el término plantar para cultivos leñosos, mientras que para plantas herbáceas, hortalizas, plantas ornamentales, etc., usamos el término trasplantar.


Así, cuando se realiza la siembra en un semillero, después hay que colocar el plantón en el lugar definitivo donde se va a desarrollar la planta. Este trasplante es una acción delicada ya que estamos manejando plántulas pequeñas y endebles que necesitan cuidados especiales para que su posterior desarrollo sea el adecuado.


En algunos casos, antes del trasplante definitivo debemos realizar un paso previo denominado repicado, que consiste en separar las plántulas del semillero y pasarlas a macetas individuales para que puedan continuar su desarrollo y crecimiento. En este momento las plantitas deben tener un mínimo de 2 pares de hojas y una altura de 1 centímetro.