La instalación de huertos en los centros escolares de Andalucía sigue siendo una actividad de interés entre el colectivo educativo. Se trata de una herramienta didáctica sencilla, adaptada a los recursos propios de cada centro, que fomenta el contacto con la naturaleza y el conocimiento de los alimentos ecológicos. Además, facilita el aprendizaje de las materias curriculares de una forma divertida y amena, y fomenta la cooperación, la observación y la responsabilidad de cara al cuidado del huerto.
Que el alumnado toque la tierra, siembre y vea crecer sus hortalizas, que cree su propio banco de semillas o que descubra que con sustancias inocuas del ámbito doméstico puede fabricar su propio botiquín verde para proteger y curar los cultivos de las posibles plagas y enfermedades , son algunos de los aspectos que ha ofrecido un año más el curso online “La aventura de nuestro ecohuerto” organizado por la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, tutorizado por la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andulucía, y destinado al profesorado de los centros educativos de infantil, primaria y secundaria de la comunidad autónoma.
Son ya 4 ediciones las celebradas y la demanda sigue creciendo año tras año, síntoma de que practicar la agricultura a pequeña escala es una buena ocasión para unir, compartir y aprender en estos espacios tan relevantes que forman y educan a las generaciones futuras. En esta convocatoria la demanda ha superado las 1.400 solicitudes de toda Andalucía, para una oferta de 240 plazas. Así, son más de 600 docentes los que han recibido este curso a lo largo de las 4 convocatorias celebradas.
La participación activa y propositiva del alumnado en general ha aportado valor añadido al curso. Las distintas intervenciones a través de los foros han resultado muy enriquecedoras, ya que han permitido la interacción entre centros de diferentes puntos de la geografía andaluza con propuestas e ideas que han servido para solucionar problemas comunes en lugares diferentes. Algunas experiencias han resultado especialmente constructivas. Un centro anima cada día a que su alumnado aporte en un depósito de agua del centro, el agua que se suele dejar correr en las duchas hasta que sale el agua caliente. De esta manera no se desaprovecha y el alumnado toma conciencia de lo importante que es no derrochar agua y optimizar su uso. Otros centros están introduciendo en sus huertos sensores arduinos con los que extraer información sobre humedad, temperatura, nivel de extracción de nutrientes, etc., para luego poder procesarla en el aula y obtener conclusiones. Como vemos, la digitalización también llega a los ecohuertos.
Especialmente interesante han sido algunas participaciones en las que se ha explicado cómo el centro aprovecha el huerto para impartir las materias curriculares extrayendo el máximo provecho:
“Música, tecnología y física y química: puedes vincular estas 2 materias para realizar un piano con las hortalizas que recojas, ya que presentan metabolitos que son conductores de la electricidad y pueden servirte como «interruptores» en un circuito que programes con arduino o similar para fabricarte un instrumento digital”
Otras prácticas como mejorar la salud del suelo aportando compost o estiércol, aventurarse con la introducción de gallinas en el espacio del huerto o dar un paso más e instalar un bosque comestible han sido otras actividades comentadas entre el alumnado del curso.
Otra actividad común en los centros es animar a que el alumnado traiga de casa semillas de las frutas y hortalizas, obligando con ello a observar, decidir, extraer las semillas en familia y compartir en el centro junto con el resto de compañeros sus descubrimientos. Se trata de una actividad interesante aunque no olvidemos que esas semillas probablemente provengan de semillas híbridas, por lo que no tendremos garantía de que en el año de su siembra obtengamos frutos homogéneos.
Como vemos, el mundo del huerto es diverso, apasionante y adaptable a las posibilidades de cada centro. Formarse en técnicas agrícolas novedosas y sencillas adaptadas al cambio climático es una oportunidad para seguir aprendiendo e innovando.
Esperamos que el curso escolar que viene comience con nuevas ilusiones, y que una de ellas sea ¡MONTAR TU PROPIO ECOHUERTO!
Toda la información utilizada en el curso se puede consultar en el Manual para Infantil y Primaria, pulsando aquí:
Lo que diferencia el tipo de prácticas y trucos que ofrece este curso con respecto a otras técnicas tradicionales agrícolas es que están adaptadas al cambio climático, por lo que el aprendizaje es doble: se acercan los productos de la huerta al alumnado y al profesorado, y a la vez, se sensibiliza sobre los efectos del cambio climático, ya que se comparten técnicas que fomentan el equilibrio natural en un espacio cultivado, lo que permitirá ahorrar tiempo y recursos a medio plazo (no olvidemos que el tiempo de dedicación al huerto suele ser uno de los hándicap para las personas que se ocupan del mismo).