En lo que respecta al etiquetado de productos ecológicos, el caso de los huevos es particularmente relevante, ya que requiere una doble identificación. Por un lado, se encuentra la etiqueta en el envase, es decir, en la huevera, la cual debe cumplir con las regulaciones establecidas en el Reglamento UE 2018/848. Por otro lado, se requiere el marcado directo de los huevos, el cual debe realizarse de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 372/2003. En este artículo, se explorará cómo se lleva a cabo este doble proceso de etiquetado.
El etiquetado de la huevera
El mes pasado se publicó un artículo centrado en las indicaciones en el etiquetado de los productos ecológicos. Se recomienda su lectura para obtener una comprensión más profunda de lo que se detalla a continuación. Basándose en las pautas expuestas en dicho artículo, se presentan los aspectos esenciales a tener en cuenta en el etiquetado de una huevera que contenga huevos ecológicos:
- La mención ecológica, biológica u orgánica (cualquiera de las tres es válida en España) debe estar asociada a la denominación de venta del producto, que en este caso es «huevos».
- Se debe incluir el logotipo europeo.
- Junto a este, se deben incluir tanto el código del organismo de control como la indicación del origen del producto.
- La inclusión del logotipo del organismo de control es opcional, pudiendo o no aparecer.
Además de las menciones asociadas a la producción ecológica mencionadas anteriormente, el etiquetado de los huevos deberá incluir otros aspectos relacionados con la normativa horizontal (no reflejadas en la imagen anterior). Estos pueden incluir datos del envasador, categoría del huevo (por ejemplo, fresco, clase A, etc.), recomendaciones de conservación, código de barras para la trazabilidad, peso del huevo individual o por docena, número de lote para el seguimiento del producto, fecha de consumo preferente, entre otros detalles relevantes para la identificación y la seguridad del consumidor. Es fundamental que todos estos elementos se presenten de forma clara y legible en el envase o en la huevera para proporcionar la información necesaria a las personas consumidoras y cumplir con la normativa vigente.
El marcado de los huevos
Es una práctica obligatoria cuando se comercializan para el consumo humano, según las disposiciones generales. Este marcado consiste en un código que contiene información clave para identificar al productor y al método de cría utilizado.
El código de marcado del huevo incluye lo siguiente:
- Un primer dígito que varía del 0 al 3, indicando el método de cría:
- 0: Producción ecológica
- 1: Sistema campero
- 2: Producción en suelo
- 3: Producción en jaulas
- Dos letras que indican el estado miembro, siendo «ES» para España, conforme al listado de códigos establecido por la Unión Europea.
- Un código numérico compuesto por:
- Dos dígitos que indican la provincia, que se puede verificar en el listado de provincias proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
- Tres dígitos que señalan el municipio, también también verificable el listado de municipios proporcionado por el INE.
- Los dígitos restantes identifican la explotación dentro del municipio.
Con el conocimiento del código de provincia y municipio, se puede consultar el Sistema de Información de la Producción Ecológica en Andalucía (SIPEA) para conocer qué explotaciones de huevos ecológicos existen en ese municipio específico. En caso de que el municipio se encuentre fuera de Andalucía, se puede realizar la consulta en el Registro General de Operadores Ecológicos (REGOE).
Este sistema de marcado permite una trazabilidad efectiva y proporciona información valiosa sobre el origen y el método de cría de los huevos para las personas consumidoras.
¡Qué interesante ejercicio de identificación!
La próxima vez que compre huevos ecológicos, podría poner en práctica el proceso de descomponer el código y así comprender mejor su origen y método de producción. Y si forma parte del profesorado, sería una actividad educativa excelente para involucrar al alumnado y fomentar la conciencia sobre la producción ecológica.
Esta actividad no solo promueve la transparencia en la cadena de producción, también enseña a las personas a tomar decisiones informadas y a valorar la producción ecológica.
