Continuamos con la siembra, pero esta vez, hacemos “siembra directa”, ya que en Sevilla como en la mayoría de las provincias andaluzas, el verano se ha adelantado y los días están siendo bastante calurosos, y las semillas tendrán suficiente temperatura para germinar y crecer en el lugar definitivo. Ponemos semillas de habichuelas verdes (leguminosas), calabazas, calabacines, pepinos (cucurbitáceas) y girasoles (compuestas).
En el huerto siguen desarrollándose las plantas que hemos seleccionado para obtener semillas, la lechuga empieza a formar su botón floral y la planta de brócoli ya tiene formadas las vainas, ahora las dejamos madurar hasta que se sequen para extraer las semillas.
La veza que habíamos sembrado como abono verde para enriquecer el suelo de nitrógeno, ya estaba empezando a florecer, así que la hemos cortado y aportado al bancal, nos servirá de acolchado y seguirá aportando nutrientes. En este bancal trasplanteremos las solanáceas (tomates, pimientos y berenjenas) cuando estén preparadas.
En las asociaciones del huerto de verano, este año vamos a probar con la milpa, y lo hemos elegido porque es el ejemplo más tradicional que simboliza la diversidad, lo multiforme, lo polifacético, la mezcla, la colaboración… esas son las «tres hermanas». Es de origen precolombino, ampliamente utilizado en mesoamérica desde hace siglos, y trasciende a lo puramente agronómico convirtiendose en parte integrante del concimiento y la cultura.
La milpa está constituida por el cultivo en simbiosis de maíz, judías y calabazas. El maíz crece recto y sirve de soporte físico para que las judías trepadoras se enreden. Las judías, como leguminosas, enriquecen con nitrógeno la fertilidad del suelo. Las calabazas cubren el suelo, a modo de acolchado vivo, manteniendo su humedad y evitando la proliferación de otras hierbas.
Para llevarla a la práctica, hacemos siembras directas de forma escalonada. El maíz se siembra a partir de marzo y una vez que ya ha nacido (y alcanza una altura de unos 15 cm) se siembran las judías al pie del maíz. Las calabazas podemos trasplantarlas en este momento, a un mayor marco de plantación, ya que precisará de una mayor superficie para alcanzar un desarrollo adecuado.
A través de la Campaña 2022-2023, “Una andaluza, un árbol”, que pretende facilitar la acción ciudadana en pro de la recuperación del bosque autóctono andaluz, en especial en zonas de titularidad pública como son las vías pecuarias, las riberas de ríos y arroyos, montes públicos y las lindes de los caminos vecinales, nos han entregado un total de 58 plantones, entre los que encontramos plantas aromáticas, como el tomillo y romero y que hemos trasplantado en las zonas más próximas a los bancales, también encontramos varios arboles frutales como el granado y madroño que formarán parte del bosque de alimentos y una serie de setos como la retama, tamaje y quercus, que servirán para aislar el huerto de la contaminación acústica, ya que estamos junto a una carretera bastante transitada.
En el artículo “Ahora toca” de fecha 25/01/2023, os contábamos como habíamos hecho la siembra de ajos para obtener ajetes tiernos en primavera, pues bien, aquí os mostramos unas imágenes de unos de los manojos que hemos recolectado en tan solo dos meses, además de seguir recolectando acelgas, cebollas y algunas espinacas.
Y por ultimo, como curiosidad, enseñaros la recuperación de la planta de albahaca que utilizamos en los II Encuentros de Huertos Ecodidácticos, en el taller “La salud de nuestro huerto y uno de nuestros aliados, el botiquín verde”, y que mostraba una importante clorosis férrica o carencia de hierro y a la que aportamos quelato de hierro y el calor de la primavera.
Esperamos que os haya resultado útil e interesante. Seguimos trabajando!!!