El pH de los suelos influye directamente en la capacidad de los cultivos para poder tomar nutrientes. Suele oscilar entre 4,5 y 8. Los suelos con valores entre 6,5 y 7,5 se consideran neutros, por debajo de 6,5 se llaman ácidos y por encima de 7,5 alcalinos. La mayoría de los nutrientes que las plantas toman están disponibles a un pH de entre 5,8 y 6,5, es decir, ligeramente ácidos. Esto significa que a pH extremos, las plantas no son capaces de tomar dichos nutrientes, que quedan “bloqueados” en el suelo, y en consecuencia se producen deficiencias de estos.

El objetivo de la presente actividad es aprender a determinar el pH del suelo de nuestro huerto, para así poder diagnosticar problemas de acidez o alcalinidad (en cuyo caso se pueden realizar enmiendas con materiales que ayuden a neutralizar el suelo), y también poder acertar a la hora de elegir cultivos, que se adaptarán mejor o peor a nuestro suelo. En la siguiente tabla, se muestran los rangos de pH en los que se desarrollan de manera óptima los cultivos hortícolas más comunes.

Rangos de pH óptimos para los cultivos del huerto

MATERIALES Y RECURSOS

  • Tiras de papel tornasol con escala de colores
  • Medidor de pH digital o pHmetro
  • Agua destilada
  • Tarros de vidrio
  • Muestras de suelo de nuestro huerto
  • Col lombarda
  • Cuchillo
  • Mortero y maza
  • Embudo y papel de filtro

DESCRIPCIÓN

Para determinar el pH del suelo, utilizaremos varios métodos:

Tiras reactivas de papel tornasol: es un papel especial que cambia de color en función del pH del líquido donde lo introduzcamos. Se suele usar para estimar rápidamente la acidez del agua en piscinas. Introduciremos las tiras en una disolución de agua y una pequeña muestra de suelo de nuestro huerto, y observaremos cómo a los pocos segundos va cambiando de color. Cada fabricante incluye una escala de colores para poder comparar y estimar el pH de la disolución.

Tiras reactivas de valor de pH

Medidor de pH digital o pHmetro: se trata de un instrumento con una varilla metálica que mide el pH en disoluciones acuosas. Los hay analógicos (con medidores de aguja) y digitales. Para ello, debemos diluir perfectamente una muestra de suelo en agua, usando un tarro o un recipiente donde remover. A continuación, se calibra el aparato midiendo primero en un recipiente con agua destilada, para posteriormente introducirlo en nuestra muestra. Tras unos segundos, nos indicará el valor del pH de la disolución.

Medidor pH

Col lombarda: la col lombarda es una hortaliza con abundantes antocianinas, pigmentos de tonos morados que tienen la propiedad de cambiar de forma al saturarse con protones (H+), y por tanto también de color. Por ello es un excelente indicador de pH que nos da una idea aproximada de manera sencilla, comparando el color obtenido con escalas de referencia.

Para ello, tomamos un par de hojas de col lombarda y las trituramos en un mortero con un poco de alcohol etílico. Filtramos el líquido resultante, y ya está listo para usarlo. Ahora tomaremos una disolución de nuestro suelo, que habremos dejado reposar unas horas, e iremos añadiendo con un cuentagotas poco a poco el indicador alcohólico de col lombarda. El color de la disolución irá tornando en función de su pH. Podemos hacer el experimento con sustancias corrientes como agua, zumo de limón, vinagre, bicarbonato, gaseosa, lejía, etc. para observar con más claridad cómo torna de color este original indicador de pH.

Paleta de colores para determinar el pH

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