Como sabéis, durante el mes de agosto es momento de planificar las hortalizas, aromáticas y medicinales que vamos a cultivar en el huerto de invierno ya que tenemos que empezar a sembrar los primeros semilleros. Para ello podéis consultar el siguiente calendario de siembra.
En el artículo de hoy, nos vamos a centrar en hortalizas como el brócoli, cebolla, col, coliflor, lechuga, lombarda y puerro, que son las primeras plantas que sembraremos en almácigos o semilleros para trasplantarlas más adelante en las tierras de cultivo de nuestros huertos.
Una vez que tengamos claro los cultivos que conformarán el huerto de otoño -invierno y antes de empezar a sembrar los semilleros, os vamos a dar una recomendaciones que os servirán para favorecer la germinación y fortalecer a la futura planta desde el inicio.
¿Por qué el uso de la canela y la cola de caballo?
La disolución de canela y cola de caballo actúan como bioestimulantes. Un bioestimulante – enraizador, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es un preparado a base de vegetales que poseen sustancias que ayudan y promueven el desarrollo de las distintas partes de las planta, fundamentalmente, en sus primeros estadios. Actúan aportando un suplemento alimenticio, facilitan la absorción y el traslado de nutrientes y estimulan una mayor y rápida formación de raíces.
- Uso de canela en semilleros
El árbol de la canela o canelo, Cinnamomum zeylanicum, es un árbol de hoja perenne que pertenece a la familia de la lauráceas, como el laurel, el alcanfor y el aguacate. Los aceites esenciales de la canela tienen, principalmente propiedades antifúngicas y antibacterianas y se caracterizan por su actividad antioxidante.
En los semilleros, la canela se usa de forma preventiva como fungicida natural y ecológico, de este modo, evitamos o, en su defecto, disminuimos las probabilidades de aparición de hongos. La forma de utilizarla es espolvorear directamente la canela en polvo sobre el sustrato del semillero.
Otro beneficio que nos aporta la canela, es que mejora el enraizamiento de las plántulas y esquejes, para ello volveremos a rociar con polvo de canela la planta justo antes de trasplantarla, y en el caso de los esquejes podemos sumergirlos en polvo de canela y después plantarlos.
- Uso de cola de caballo en semilleros
La cola de caballo, Equisetum arvense, es un arbusto perenne que pertenece a la familia de la equisetaceae. Las propiedades antifúngicas de la cola de caballo se deben a su alto contenido en silicio y a la presencia de la equisetonina, una sustancia tóxica para los hongos.
La cola de caballo se usa por tanto como fungicida natural y ecológico ya que nos ayuda a prevenir los ataques de hongos reforzando las defensas naturales de las plantas y fortaleciendo el sistema celular de las mismas, además de aportarles nutrientes.
Esta planta se puede usar de forma preventiva, evitando que el hongo se instale en el semillero o en la planta, y de forma curativa, eliminando el hongo ya presente.
Para ello aplicaremos una disolución de cola de caballo de forma preventiva cada 15 días a las plántulas hasta el trasplante, y además de prevenir, reforzamos las defensas naturales y aportamos nutrientes.
En el caso de que apareciesen los hongos, el tratamiento sería curativo y habría que aplicarlo cada 8 días.
¿Cómo se prepara la decocción de cola de caballo?
En este caso se aplica de forma diluida tras una decocción, para ello debemos añadir 50 gramos de cola de caballo seca en 5 litros de agua caliente, y lo dejamos tapado durante una hora. Posteriormente, se aplica diluido al 20%, es decir, 200 ml de la decocción se mezcla en un 1 litro de agua.
Es aconsejable que el agua sea agua de lluvia o, en su defecto, agua no clorada. En el caso, de disponer solo de agua del grifo, podemos dejarla reposar durante 48 horas al aire libre y parte del cloro se evaporará.
Se pueden obtener preparados naturales de plantas aplicando diferentes métodos de extracción, como la decocción, infusión, fermentación o maceración.
Decocción
Medidas Culturales
Para disminuir la probabilidad de la aparición de los hongos es importante evitar un exceso de agua, por lo que debemos ser comedidos con el riego.
Y otra medida importante es dónde colocamos los semilleros, debe colocarse en un lugar con suficiente ventilación e iluminado, ya sea en el exterior o bajo plástico.