El invierno da paso a la primavera, llega el calor y la vida empieza a bullir en el huerto. Llegan los días calurosos y es preciso contar con un buen sistema de riego, así como anticiparnos a los ataques de parásitos y desarrollo de enfermedades de los cultivos.

Seguimos recolectando alcauciles, lechugas, rabanitos, escarolas, cebollas, así como las últimas hojas de acelga, rúcula, tagarnina y borraja, siempre que estas mantengan buen sabor y textura, habas y guisantes.

Es hora de entutorar las tomateras antes de que las plántulas se desarrollen y dañemos sus raíces. Hay muchos objetos cotidianos que podemos reutilizar para fabricar nuestros tutores, como varillas viejas de tiendas de campaña, palos de fregona desechados, tubos, cabillas, cuerdas, mallas, etc. Seguro que encontramos algo que nos resulte de utilidad.

Hemos realizado algún tratamiento preventivo para hongos, en nuestro caso con infusión ajo y salvia en las fresas que tenemos en las mesas de cultivo, pero también podríamos utilizar cola de caballo, leche, canela,…   en este enlace os dejamos cómo podéis elaborar alguno de los preparados.

Continuamos con los trasplantes, en este caso han sido las primeras plantas de calabaza blanca que hemos colocado a una distancia de dos metros, aportando previamente humus de lombriz y acolchando con paja el suelo que rodea a la plántula. También hemos hecho siembra directa de maíz rojo. Acompañaremos estos cultivos con plantas auxiliares como albahaca, tagete, caléndula, capuchina, etc.

En este vídeo os enseñamos todas las hortalizas que podemos obtener en un pequeño espacio cultivado con una gran diversidad de plantas.

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