En el presente mes de enero, Andalucía ha experimentado un clima inusualmente cálido. Las temperaturas han superado las expectativas normales para esta época del año, brindando a las plantas condiciones más propias de estaciones más templadas, lo que ha provocado un desarrollo prematuro por parte de algunos cultivos.
En Andalhuerto seguimos trabajando en los huertos, hemos enturorado y tensado la malla para las plantas de guisantes, las habas son otro de los cultivos que necesitan entutorado. Las siembras directas germinan adecuadamente pese a las bajas temperaturas nocturnas, de manera que incluso hemos tenido que aclarar algunas variedades como los rabanitos rojos y las acelgas blancas. En este vídeo os mostramos el proceso de aclareo y cómo hemos aprovechado los brotes para hacernos una exquisita ensalada.
Sobre los cuidados del huerto, es un buen momento para observar la vida que en él se desarrolla. Podemos descubrir crisálidas de la oruga de la col, que han pasado el invierno y esperan salir en forma de mariposa en cuanto el sol caliente. Si encontramos alguna, lo mejor es eliminarlas porque se multiplican muy rápidamente agujereando y ensuciando nuestros frutos con sus heces. Otro insecto perjudicial que aparece con frecuencia en este mes, es el pulgón de las habas. Si tenemos demasiados es fácil retirarlos con un poco de agua jabonosa. También encontraremos caracoles y las babosas (gasterópodos), cuya presencia podremos reducir si colocamos trampas de cerveza o rociando ceniza alrededor de las plantas.
Se acerca el mes de febrero, el mes más corto del año, y se presenta cada vez con más días de sol. El huerto se despierta y las plantas aumentan su ritmo de crecimiento. Si no hicimos semilleros de solanáceas a finales de enero, ¡esta es nuestra oportunidad! Febrero nos asegura la germinación. En febrero podemos hacer un paréntesis en las siembras y plantaciones dentro de los bancales.
Como ya os hemos contado anteriormente, en nuestros huertos estamos llevando a cabo una práctica de sensorización, concretamente queremos hacer un estudio sobre el número de horas de sol, ya que debido a la sombra que proyectan los pinos circundantes, existen diferencias significativas en cuanto al número de horas de luz solar entre bancales que se encuentran enfrentados. Por ello, la idea es observar el desarrollo de los cultivos en ambos bancales, para evaluar la incidencia de la luz solar, y conocer qué variedades son capaces de crecer con pocas horas de luz solar directa. Para ello, se analizarán los datos recogidos por los sensores de intensidad lumínica, con los cuales se elaborarán las pertinentes gráficas, y también se evaluará la producción (en peso, número de frutos, etc.) en ambos bancales.
Además continuamos recolectando y disfrutando de unas maravillosas hortalizas de invierno. ¡Os esperamos en el próximo artículo donde continuaremos contándoos nuestras experiencias con la esperanza de que potencien vuestra inspiración para cultivar vuestros propios huertos!