En esta ocasión, traemos un preparado vegetal que, desde siempre, ha tenido muy buena consideración en la agricultura ecológica. Nos referimos al purín de ortiga, al que se le conocen facultades relacionadas con su capacidad fertilizante, activación del montón de compost, control de plagas y enfermedades (insecticida, fungicida, acaricida), así como por ser un excelente estimulante y fortificante para los cultivos.

La ortiga es rica en minerales y microelementos, especialmente en hierro, pero también calcio, fósforo, magnesio, potasio, azufre, nitrógeno y silicio. Además, posee vitaminas A y C, entre otras sustancias útiles.

Especies a utilizar

Dos son las especies de la familia de las Urticáceas que pueden usarse y que, de hecho, están consideradas oficialmente como sustancias básicas para el control de plagas y enfermedades en la agricultura ecológica (puede consultar el artículo que, a este respecto, publicamos el pasado mes):

  • Preferiblemente se utiliza la ortiga mayor (Urtica dioica), que es perenne y alcanza una altura de 50-150 cm. Las flores femeninas y masculinas crecen en plantas distintas (configuración floral denominada dioica, palabra formada por dos raíces griegas: di=dos, oiko=casa).
  • También puede utilizarse la ortiga menor (Urtica urens), que alcanza una altura de solo 30-60 cm y tiene las hojas más pequeñas. Esta ortiga es anual y las flores masculinas y femeninas están en la misma planta (monoica: mono=una, oiko=casa).

Procedimiento de elaboración

Para la elaboración de un buen purín de ortiga se utiliza la parte aérea de las plantas, que podrá estar o no florecida, procurando evitar aquellas que ya contengan semillas.

Para la elaboración de 10 l de caldo concentrado se utilizan o bien 1.000 g de planta fresca o 200 g de planta seca.

La ortiga, previamente troceada, se coloca en un recipiente, que puede ser de madera, cerámica o plástico.

Se añaden 10 litros de agua no clorada, preferiblemente de lluvia, manantial o pozo. Si solo se dispone de agua de la red de abastecimiento (agua clorada), se deja previamente 2 o 3 días al sol para promover la pérdida del cloro.

En el caso de colocar una tapa al recipiente, esta debe estar perforada para facilitar el intercambio de aire.

Como la fermentación desprende un olor fuerte, el recipiente se debe colocar en un lugar al aire libre, soleado si es invierno, para activar la fermentación, o a la sombra si es verano, para no sobrecalentarlo. Se trata, en cualquier caso, de buscar una temperatura en torno a los 20 ºC.

La mezcla de agua y ortigas comienza a fermentar a los 2 o 3 días, desprendiendo un fuerte olor, similar al del purín de excrementos animales. Es por ello que recibe la denominación de “purín”.

El líquido debe removerse diariamente con un palo o cuchara de madera, para oxigenarlo y facilitar el proceso de fermentación. Por ello, cuando se elija inicialmente el recipiente, se tendrá la precaución de dejar espacio suficiente para poder realizar esta agitación. Al remover, el líquido produce espuma, la cual posteriormente se disipa. Hay que reponer cada varios días el agua perdida por evaporación.

Una vez transcurridas 2 semanas (pudiendo variar entre 1 y 4 en función de las condiciones ambientales) el líquido se vuelve oscuro, dejando de producir espuma al agitarlo, formándose una fina película transparente en su superficie. Los 10 l de purín concentrado están listos para ser utilizados.

Elaboración de purín de ortiga (fuente: Wikipedia)

Técnica de aplicación

Para la elaboración de 10 l de caldo para la pulverización se utilizan 0,5 l de purín concentrado. Este se debe filtar previamente a través de un paño fino. Se completa con agua hasta alcanzar los litros deseados y se agita para homogeneizar.

El caldo se aplica a una dosis comprendida entre 300 y 900 l/ha, lo que para una pequeña huerta supone entre 3 y 9 l para unos 100 m².

Usos

El purín de ortiga puede utilizarse con distintos objetivos:

Fertilizante:

Como abono foliar fortificante y estimulador del crecimiento, pulverizando las plantas una vez a la semana. Para revertir los problemas de clorosis férrica (el purín de ortiga es rico en hierro) en frutales y frutos rojos como la fresa, regando alrededor del tronco y pulverizando durante la brotación.

Activador del compost:

Para estimular el proceso de compostaje, regando los montones directamente con caldo concentrado o muy poco diluido.

Control de plagas y enfermedades:

Para el control de insectos. Reduce la presencia de una amplia variedad de especies de pulgones, araña roja y algunas polillas, incluidas la carpocapsa o la polilla de la col.

Para el control de enfermedades como: alternaria, oidio, botritis y mildiu.

En función del grado de control que se vaya consiguiendo se realizan entre 1 y 6 aplicaciones, distanciándolas entre 1 y 2 semanas. Antes de la cosecha se respetará un margen de seguridad de al menos 1 semana para permitir que desaparezcan los restos del último tratamiento.

Aunque está en inglés, puede consultar el informe europeo sobre la sustancia básica Urtica spp. en el que se establecen las especificaciones para el control de plagas y enfermedades en diversos cultivos mediante el purín de ortiga.

Otras preparaciones

En este artículo se ha revisado específicamente lo relacionado con el purín de ortiga. Sin embargo existen otras formas de utilizar la ortiga, entre las que se pueden considerar:

  • maceración,
  • infusión,
  • decocción,
  • purín en fermentación, con o sin decocción de cola de caballo (Equisetum arvense) y
  • acolchado.

Para conocer cómo se elaboran algunos de estos preparados naturales puede consultar la entrada que, al respecto, tenemos en la web de Andalhuerto.

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