Las hortalizas son cultivos que, de forma general, prefieren posiciones soleadas para un adecuado crecimiento. Muchos huertos sociales se instalan en parcelas totalmente diáfanas, muchas veces en el extrarradio de los núcleos urbanos, sin interferencias en sus proximidades. Sin embargo, en otras ocasiones se ubican junto a construcciones o en parques públicos, los cuales pueden ser de nueva creación o estar implantados desde hace tiempo. En estos últimos casos, la presencia de árboles genera cierto sombreado en los cultivos, lo que puede dificultar su desarrollo, sobre todo durante el invierno.


Tras una revisión de diversas fuentes, parece haber consenso en que las hortalizas de hojas son las más tolerantes a la sombra. También parece aceptarse de forma general que las hortalizas de fruto son las menos tolerantes. Sin embargo, en el caso de las hortalizas de raíz, hay menciones que indican que son moderadamente tolerantes y otras que no. Por tanto, parece sensato establecer la siguiente clasificación general:
• Tolerantes: hortalizas de hoja.
• Medianamente tolerantes: hortalizas de raíz.
• Poco tolerantes: hortalizas de fruto.

Información adicional sobre la tolerancia de los cultivos a la sombra puede encontrarse en la web amiga www.elmacetohuerto.net.


Mirando el problema desde la perspectiva contraria, en los meses más calurosos (julio y agosto) la existencia de algo de sombra puede llegar a ser beneficiosa para determinados cultivos, sobre todo en las horas de mayor insolación.


No es raro ver en las huertas de verano cómo hojas y frutos pueden llegar a quemarse por la incidencia directa del sol. De hecho, este verano ha sido bastante riguroso en lo que a calor e insolación se refiere, siendo un sentir bastante tendido el de que las huertas no se hayan dado bien.


Es práctica habitual procurar que las hojas cubran los frutos para que estos no se quemen, haciendo plantaciones tupidas o permitiendo que cultivos más altos den sombra a los más pequeños. Cuando hay existencias de árboles o arbustos, pueden aprovecharse para dar sombra a los cultivos de verano. En ausencia de estos, para los cultivos más sensibles pueden usarse mayas de sombreo que reducen la luz.

Son interesantes las del 30% o 40% de sombreo, que dejan pasar el 70% o 60% de luz, evitando que los cultivos se quemen.

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