La primavera se acerca y los días cada vez son más largos y templados, seguimos recolectando hortalizas de nuestro huerto de invierno como son las acelgas, rábanos, lechugas y brócolis morados. Las cebollas aún son pequeñas y se quedarán engordando más tiempo en el suelo para cosecharlas antes de la llegada del verano.
Otro objetivo que nos hemos propuesto este año, es la reposición del banco de semillas, en nuestro caso muy importante ya que la mayoría de los cultivos han sido obtenidos de semillas de variedades locales andaluzas que ya no tenemos en existencia, para ello debemos señalizar las plantas del huerto que vamos a seleccionar y esperar a que acaben completamente su ciclo de cultivo, teniendo en cuenta que éstas estarán ocupando un espacio importante de suelo del que no vamos a disponer para el huerto de verano.
Empezamos a trabajar en los semilleros, las semillas han estado en un lugar oscuro, seco y fresco, por lo que deberían ser viables pero para asegurarnos, sería recomendable hacer un test de germinación y evaluar así, el poder germinativo de las mismas.
Otra cuestión importante a tener en cuenta es el sustrato que vamos a utilizar, una posible receta para la elaboración de sustratos, aunque pueden variarse proporciones, puede ser: 85% de turba o fibra de coco (o una mezcla de ambos), 10% de humus de lombriz o compost (o una mezcla de ambos) y 5% de perlita o arena.
Ahora sí, toca sembrar, la profundidad a la que ponemos las semillas no debe superar 2 a 3 veces su tamaño, ya que si la enterramos muy profunda corremos el riesgo de que no lleguen a germinar. En cada alveolo echamos de 2 a 3 semillas de tomates, pimientos y berenjenas por si falla alguna, de esta forma nos aseguramos una planta por recipiente.
Para germinar, las semillas tienen que alcanzar temperaturas entre 15 y 20 grados, para ello, colocaremos los semilleros en un lugar soleado durante el día y cuando llegue la noche, los recogeremos o cubriremos a modo de invernadero para evitar las heladas y cambios bruscos de temperatura.
Por último, el riego, es importante mantener la humedad del sustrato pero que no se encharque, para ello regaremos 2 o 3 veces por semana. Es recomendable hacerlo desde abajo, para lo cuál podríamos poner una bandeja y que el sustrato absorba la cantidad de agua que necesite.
No olvides identificar los alveolos sembrados ya que aunque creas que después nos acordaremos es fácil confundir las plantas que emergen y sobre todo si se trata de especies diferentes.
A modo de resumen adjuntamos esta tabla para que observemos el cambio de especies de un bancal a otro del huerto de invierno al huerto de verano.
¡Feliz siembra y prospero huerto de primavera!
Un comentario
Los comentarios están cerrados.